Planeación: ¿Qué ingredientes voy a necesitar? ¿Dónde o con quién los voy a conseguir?
Inspiración: ¿Existe alguna receta que me haya funcionado antes, en la cual me pueda inspirar?
La búsqueda de tácticas que hayan funcionado antes pueden ser un buen punto de partida, en el camino irás afinando los detalles de acuerdo a la experiencia que vas tomando, a las ideas que van surgiendo y podrás encontrar nuevas recetas que se convertirán en soluciones a distintos retos.
Creación: ¿Estoy disfrutando este proceso? ¿Qué más puedo hacer con lo que ya tengo?
La pasión es un elemento vital, cuando la tienes, todo fluye de la mejor manera, además es un valor que transmite seguridad: a ti mismo para ir más allá en tus creaciones, y a los que trabajan contigo.
Presentación y venta: ¿Estoy contento con el resultado final? ¿Es algo que yo compraría? ¿Transmite lo que planeaba?
Son algunas cuestiones importantes para impulsar la creatividad al momento de crear nuevos platillos o nuevas ideas. Si el camino que estás tomando te tiene tranquilo, te hace sentir seguro, si luce como la mejor presentación gastronómica de tu carrera, vas por buen camino.