Hacia dónde va la industria alimentaria

Pareciera muy incierta la situación que estamos viviendo pero en esta industria, todos hemos tenido que responder a una demanda creciente y variable en tiempo récord como consecuencia de la crisis sanitaria.

Según comentarios obtenidos en la mesa virtual ‘Empresas alimentarias, evolución hacia la nueva realidad’, organizada por el centro tecnológico AINIA en Valencia, España, se resaltó la importancia de la digitalización y la automatización durante la crisis sanitaria, “hasta el punto de aquellas empresas o restaurantes que no habían apostado por ella, han sido las que peor lo han pasado. Era una tendencia clara que ahora resulta vital”, afirmó Cristina del Campo, directora general de AINIA.

Con lo que nos quedamos para el futuro

Así como para todos ya es tan común estar conectados vía web por medio de algún dispositivo haciendo nuestro trabajo a distancia, así mismo la industria alimentaria seguirá también digitalizándose. Esta crisis es una oportunidad en la que hay medidas que se van a quedar porque nos han hecho ser más eficientes, como la del homeoffice. Además se ha crecido en valores y trabajo en equipo, premisas muy importantes para el futuro de la industria. Los procesos por medios digitales se aceleran y esto es un gran avance para los que tenemos un negocio, el trato con proveedores y servicios es más eficaz ya que muchos se han automatizado en entregas y procesos. 

La digitalización también se aplica a los clientes, por ejemplo, para que cuando pasen a recoger un pedido ya no sea necesario ningún tipo de contacto. La optimización de menús por medio de códigos QR, el estar en contacto directamente con los comensales por medio de aplicaciones como WhatsApp o redes sociales y el subirse a servicios de Delivery han sido prácticas que solucionan muchas cosas y que en un futuro seguirán siendo una gran opción Sin dudarlo, en la época Pos-COVID nos vamos a ver obligados a estar mejor conectados con consumidores y clientes. 

El futuro de la industria alimentaria hará que la relación con el consumidor sea casi personal, la tecnología nos permite individualizar, nos da inmediatez y además la oportunidad de dar respuestas a la medida de las necesidades de los clientes.

La salud será lo más importante

Otra de las cosas que nos dejará la nueva normalidad es fijarnos bien en normas de calidad e higiene en todos nuestros productos. Será básico seguir con materiales sustentables y ecológicos, tomar en cuenta la salud de los comensales y seguir ofreciéndoles seguridad en cada uno de los platillos o productos elegidos.

La industria alimentaria cambió para bien y hay que trabajar en nuevas soluciones que permitan renovarnos y afrontar la nueva realidad y el futuro cercano de forma responsable y sostenible.