Aunque no todo el mundo es un experto en el campo de las finanzas, la persona que dirija un restaurante tiene que convertirse en uno. La estabilidad financiera de un establecimiento no depende únicamente de su éxito en las ventas, sino también de su flujo de capital, buenas inversiones, gastos prudentes, egresos adecuados y decisiones inteligentes. Por lo cual, la pregunta que se hace la mayoría de los inversionistas es: ¿Cómo puede mi empresa lograr el equilibrio económico?
1- Calcular los ingresos y los egresos. En el primer concepto está todo el dinero que se obtiene de las ventas de diversos productos. El segundo es todo el costo relacionado con la apertura del local, el sueldo del personal, el pago de las facturas de los servicios básicos, la renta del local, el costo de los insumos, etc.
Una vez que se posea la información de cada sector, se debe restar los egresos a los ingresos. La cantidad que resulte es la ganancia neta que el local está produciendo. Lo ideal es que este número sea una cifra elevada y que vaya incrementando al pasar del tiempo.
2- Ofrecer un extra a los clientes. Por supuesto que un buen restaurante debe ofrecer buena comida, bebida, ambiente y atención, pero en ocasiones para hacerse del agrado del público debe ofrecer un elemento extra. Un ejemplo de ello es ofrecer una conexión gratuita a Internet. De esta manera los clientes volverán y recomendarán el lugar, lo que provoca un aumento en la clientela. Todo ello se refleja en mayores ganancias.
3- Ser precavido con los gastos. Esto involucra no comprar ni más ni menos de lo que se necesita, sino siempre adquirir todo a justa medida.
Si queremos que nuestro negocio sea próspero, debemos estudiar y conocer los diversos factores que entran en juego. ¡No esperes más y pon en práctica estos consejos!