¿Cómo incorporar el queso Philadelphia® a una gastronomía milenaria Patrimonio de la Humanidad?
El 16 de noviembre del 2010, la UNESCO nombró a la comida mexicana Patrimonio Intangible de la Humanidad. Esto significa que los sabores, los colores y los olores de la gastronomía de México tienen la capacidad de cautivar los sentidos, ser una fuente de nutrición y de preservación de las costumbres de todo un país.
El legado culinario de México es sumamente amplio y diverso, sin embargo, para mantenerse vigente, la comida debe innovarse e incorporar nuevos ingredientes que permitan dar un toque de originalidad a los sabores ancestrales de los pueblos originarios.
Una de esas nuevas incorporaciones es el Queso Crema Philaldephia®, y nuestra responsabilidad como chefs es aprender a combinar lo nuevo con lo antiguo, respetando la receta original, pero al mismo tiempo utilizar nuestra creatividad. Por ejemplo, el pan de muerto es un postre que no puede faltar en noviembre y al cual se le puede añadir un toque de queso en su interior para volverlo aún más delicioso.
Los tacos, las gorditas y las quesadillas son distintivos internacionales de nuestra cocina y cualquiera de ellos se puede combinar a la perfección con una generosa porción de queso Philaldephia®. Y los tamales, platillo típico mexicano, se pueden enriquecer con la textura de este queso, un acierto seguro sin duda.
Eso no es todo. El Queso Crema Philaldephia® es también el compañero perfecto de elotes, chiles en nogada, enchiladas potosinas, tostadas, huaraches, molotes, bocoles, frijoles, tlayudas, totopos, ceviche, langosta, pescado a la veracruzana, zacahuil, guacamole, cecina, pescado zarandeado, carne a la tampiqueña, chiles rellenos, papas con rajas, sopa de tortilla, romeritos y nopales, por citar solo algunos casos.
Con un poco de creatividad e imaginación podemos hacer que aquello que ya es delicioso desde hace siglos se vuelva aún más suculento en nuestros días. La innovación es la clave de la mejor cocina.